domingo, 9 de septiembre de 2007

Por siempre!



Lo bueno de la música, es que no olvida...
Nostálgica, alegre, ostentosa o humilde, la música reconoce a quien la ama, les llama y los inmortaliza, porque no es uno quien encuentra la música, sino que es ella quien te encuentra a ti...

Como bien escuché en un ensayo de Coro, no somos nosotros los que "hacemos" música, sino que simplemente nos subimos a los pentagramas que sin cesar (incluso habiendo explicaciones físicas para ello) resuenan en el aire.

Todos, en algún momento, somos parte de esos pentagramas, los hacemos audíbles para todos, pero sólo algunos, los llenan, los completan. El señor de la foto, lo ha hecho con maestría, no sólo porque tiene una muy hermosa voz - nadie lo negaría - sino porque acercó a la gente a unos ariscos pentagramas, que se quedaban dormidos entre terciopelo y lámparas de lágrimas, entre pieles y 'gente fina', que se privaban de llenar los oidos (y corazones) de tanta gente que, deseosa, esperaba tenerlos entre ellos.

Gracias Pavarotti! por darle vida - para todos- a esos pentagramas!

Por siempre!

1 comentarios:

J. dijo...

gris y verde buena combinación...

música...

perfecto...

=)

Besos,

J.